La Asociación de Mujeres Alicia B. Gould celebró el pasado día 7 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, -un día antes de la festividad oficial-, leyendo un manifiesto reivindicativo en defensa de los derechos de las mujeres.
Después de la lectura del texto, los asistentes guardaron un minuto de silencio en solidaridad con los familiares y las víctimas de violencia de género.
El acto concluyó con un chocolate con bizcochos y con la proyección de la película “El Diablo se viste de Prada”, que retrata, el mundo de la moda actual, el ritmo frenético de Nueva York y la superficialidad de las acciones centradas en el comercio y, que combina tanto comedia como drama, indistintamente.
Manifiesto 2009
Reunidas un año más para conmemorar el Día Internacional de la Mujer lo hacemos para celebrar, compartir, reivindicar y denunciar lo que nos sucede como mujeres. Mujeres cocrrientes, autoras de la lucha plurisecular por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre, que buscan una sociedad en la que ninguna persona se crea propietaria de otra ni con derecho a quitarle la vida o la libertad.
Si echamos la vista atrás, a tiempos próximos pasados, podemos tener la impresión de que ciertos cambios en la sociedad no se han producido, o se producen tan lentamente que parecen inexistentes. Pero, sin embargo, contemplando la historia en su globalidad, debemos darnos cuenta de todo lo conseguido hasta ahora para las muejres y que esto ha sido posible gracias al esfuerzo de todas aquellas que desde los parlamentos, los pupitres de las escuelas o el anonimato de los hogares han apostado por un futuro mejor y han trabajado y trabajan por otras formas de ser y estar, de relacionarnos mujeres y hombres. El esfuerzo que hemos visto realizar en las últimas décadas a muchas de ellas, bien con acciones individuales o bien desde diferentes grupos, necesita todavía ser mantenido para que las nuevas generaciones de jóvenes puedan encontrar menos obstáculos por razón de sexo.
En la Cumbre Mundial del año 2005 los gobiernos de todas las naciones acordaron que “el progreso de la mujer es el progreso de todos”. Sin embargo, en la mayoría de los países se abre una gran brecha entre la normativa y la práctica. Ningún otro mundo es posible y mucho menos “mejor” sin las ideas, el coraje, la fuerza y la organización de las mujeres. Las mujeres trabajamos en red y lo mismo llevamos la casa, trabajamos fuera del hogar, dirigimos y participamos en asociaciones, cuidamos de nuestros padres, seguimos educando a nuestros hijos y continuamos con nuestros nietos, pues cada vez es más frecuente que las abuelas, con su implicación en ciertas tareas regulares, sean un importante recurso que permite conciliar la vida laboral y familiar de sus hijos, aunque esta situación pueda derivar en casos que los médicos ya han bautizadocon el “síndrome de la abuela esclava”. Es esta una población necesitada de atención socio-sanitaria y escasamente tenida en cuenta en las políticas sociales. En fin, que podemos con todo.
Importante ha sido y continúa siendo el papel de la Educación, en todos sus nieveles, para eliminar cualquier tipo de discriminación en función del género. La educación en la igualdad y en la no violencia, la información veraz y la justicia social permitirán que nos desarrollemos como personas libres; libres para sentir, pensar y actuar pos nosotros mismos, sin el sometimiento de unos sobre otros.
También queremos citar aquí la tan traída y llevada “crisis económica”. A nosotras ¿cómo nos afecta? ¿cómo nos afectará en ese futuro tan negro que nos dicen se avecina? El deterioro de sectores de actividad en los que los hombres son los protagonistas, como la construcción y ciertas ramas industriales llevan a que, en la actualidad, haya más hombres que mujeres en paro. Sin embrago, existe un fuerte repunte de la cifra de mujeres en las colas del INEM y esto se debe a la necesidad de encontrar un trabajo cuanto antes, porque sus parejas llevan meses en paro. Estos datos implican que muchos hogares se sostienen ahora con un sueldo femenino, pese a que éste es un 30% más bajo que el masculino, pasando, en algunos casos, de ser una cantidad complementaria en el hogar a una imprescindible, obligando a muchas mujeres a renunciar a sus jornadas reducidas y a incorporarse a jornadas a tiempo completo. Y no afecta sólo a la economía, pues la actual situación financiera, con la incertidumbre que conlleva, trae cansancio emocional, muchas noches sin dormir y desórdenes en la salud.
Esta situación quizá no traiga sólo malas consecuencias, ya que puede ser una buena ocasión para que la corresponsabilidad en el hogar se vaya extendiedno. Si el sueldo femenino es el único que entra en casa, tendremos que enfrentarnos a nuevos modelos de trabajo y de familia; cada miembro deberá replantearse cual es su función dentro de ella. No somos adivinas pero no creemos equivocarnos demasiado si decimos que nuevamente a la mujer la tocará hacer el papel de heroína.
Nos creemos obligadas a hacer referencia a dos temas sangrantes, al menos hasta que la actual situación se erradique: los malos trataos y la explotación sexual de mujeres y niñas. Los primeros acaban, en muchos casos, en la muerte, y no sólo a manos de sus parejas o ex parejas, sino que produce el suicidio de unas 400 mujeres al año, como consecuncia de la insoportable situación de miedo constante y la dependencia de la víctima hacia su agresor. Tampoco podemos olvidar la explotación sexual que sufren mujeres y niñas y su derivación pornográfica. Como ejemplo vaya esta npticia aparecida recientemente en un diario: “Una operación internacional contra la pornografía infantil en una treintena de países ha acabado con el rescate de 14 niñas víctimas de abusos sexuales, algunas de ellas de sólo tres años, y 170 detenidos. La operación en España supuso el arresto de 11 individuos”. Añadimos otro dato: una de las principales concluisones de un estudio del Consejo General del Poder Judicial sobre juzgados de violencia sobre la mujer dice que más de la mitad de los jueces de violencia de género nunca han recibido una formación especializada en la materia. El recuerdo de todas estas mujeres debe hacernos reflexionar sobre cuál es el papel de la mujer en la sociedad y hasta que punto podemos incidir, hombre y mujeres, para que no vuelva a suceder una muerte más. Desde aquí compartimos la rabia por aquellas a quienes se las ha ausentado de la vida por decir “no”, por decir “sí”, por no decir, por decir, por decirse…por ser mujeres.
Queremos reivindicar reconocimiento, respeto y dignidad.
Pedimos tolerancia cero frente a las intolerancias.
Exigimos programas que eduquen en la igualdad y la no violencia.
Solicitamos medidas para erradicar la división sexual del trabajo y las diferencias salariales que afectan negativamente a las mujeres.
También para erradicar la publicidad sexista desde los medios de comunicación.
Pedimos que las mujeres estén presentes en los lugares donde se toman decisiones que las afectan y, por lo tanto, puedan arbitar las medidas que las hagan posibles.
Deseamaos que continúen produciéndose avances que nos acerquen a la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.
En diferentes lugares se nos dice que la mujer es: talentosa, dinámica, audaz, valiente, apasionada, tenaz, perseverante, exigente, madura, intuitiva, reponsable, tierna, sutíl, sensible, equilibrada, creativa, multifacética, creadora, luchadora, inteligente, poderosa, comprensiva, hábil…tantas aptitudes y virtudes ¿cómo públicamente no se reconoce y tiene su repercusión en la situación de las mujeres? quizá se crea que con darnos un poco de “jabón” ya sea suficiente.
Manifiesto creado por las componentes de la presidencia de la Asociación de Mujeres Alcia B. Gould.
está muy bien redactado, me gusta! sigue así.
Quiero desde aquí dar la enhorabuena a la Asociación Cultural de Mujeres Alicia B. Goul, por estas iniciativas.
Es un artículo buenísimo, me ha encantado, además de lo bien redactado que está, se ha cubierto muy bien el tema principal desde una visión tanto histórica como actual. También me parece un tema muy acertado sobre el que escribir, ya que trata también, aunque por encima, una problemática que desgraciadamente sigue ocurriendo hoy día como es el maltrato y la vejación a la mujer, con la que me siento solidaria.
Alex, me quito el sombrero. Eres una gran redactora.