Las Riberas que delimita con el Camino Viejo de Simancas, con 8.915 viviendas, y Prado Palacio cerca de Fuensaldaña, con 14.099 casas, son las dos urbanizaciones que se construirán bajo el amparo del Plan General de Ordenación UrBana (PGOU) y que han recibido el visto bueno municipal.
A partir de junio, cuando la tramitación esté aceptada por la comisión de Urbanismo y por el Pleno, la Junta de Castilla y León, antes del 19 de septiembre tendrá que aportar su aprobación al proyecto, ya que sino lo hace, los sectores implicados tendrán que rehacer el papeleo administrativo, con una modificación puntual del PGOU, que según los expertos retrasaría el proyecto aproximadamente un año.
Por un lado, los impulsores de los planes confían en recibir la aprobación a tiempo ya que “hay tiempo suficiente si la administración funciona correctamente”, publicó El Mundo el pasado 27 de mayo.
Aunque otras fuentes del sector inmobiliario son pesimistas y creen que será dificíl conseguir la aprobación en el plazo estimado ya que los técnicos de la Consejería de Fomento necesitan más tiempo para resolver proyectos de esta magnitud.
La lentitud viene de lejos porque en 2004 entró en vigor el PGOU y se han tardado cinco años en poner en marcha el proyecto, sobre todo por el problema a la hora de poner a todos los propietarios del terreno de acuerdo.
Además, el proyecto consiguió la aprobación inicial del plan parcial en junio de 2007 y dos años más tarde ha recibido la provisional, aspectos que han retrasado la adjudicación de este diseño.
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